miércoles, 25 de noviembre de 2009

Formación del espíritu nacional, bis


Resulta difícil de entender la razón de que quienes se dicen víctimas de la “Formación del Espíritu Nacional” del régimen franquista se declaren, sin embargo, firmes partidarios de la Educación para la Ciudadanía, y seguro que si reflexionaran sobre las consecuencias de que un gobierno defina qué es un “buen ciudadano” les daría miedo, salvo que esa razón sea el puro revanchismo o un proyecto totalitario.

Ya en el Preámbulo de un Plan de Instrucción Pública para España de 1836 se podía leer que “El pensamiento es de suyo lo más libre entre las facultades del hombre; y por lo mismo han tratado algunos gobiernos de esclavizarlo de mil modos; y como ningún medio hay más seguro para conseguirlo que el de apoderarse del origen de donde emana, es decir, de la educación, de aquí sus afanes por dirigirla siempre a su arbitrio, a fin de que los hombres salgan amoldados conforme conviene a sus miras e intereses. Mas si esto puede convenir a los gobiernos opresores, no es de manera alguna lo que exige el bien de la humanidad ni los progresos de la civilización.”

La vigencia de dicha reflexión es evidente, como es evidente que dicha asignatura solo se puede defender desde postulados totalitarios, y por eso muchos padres no queremos que se imponga por ningún Gobierno ni la Educación para la Ciudadanía ni el compendio de Doctrina Social de la Iglesia, sino que se respete nuestro derecho a educar a nuestros hijos en libertad.

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