jueves, 15 de marzo de 2012

#violenciaestructural



“El legislador no debe ser indiferente a la situación de muchas mujeres que ven violentado su derecho a ser madres por la presión que ejercen a su alrededor determinadas estructuras”. 

Tras estas palabras en el Congreso del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en contestación a una diputada socialista preocupada por los cambios que pudiera sufrir la actual Ley del  aborto, se ha vuelto a reproducir la misma polémica de hace algunos años, cuando se promovieron, con notable éxito, iniciativas legislativas populares (ILP) para crear en las distintas Comunidades Autónomas redes de apoyo a la mujer embarazada. La idea que impulsó esas iniciativas no era la de entrar en el debate sobre la existencia o no de un ”derecho al aborto”  – tema al que ya me he referido en otras ocasiones –, sino la de generar una red solidaria de apoyo a la mujer embarazada, que le permitiera encontrar alternativas positivas frente al drama del aborto, y que éste no se le presentara como la única salida posible a lo que muchas veces, desde fuera, se le hace ver como un “problema”, y para ello se propuso una política pública de apoyo a la mujer embarazada que la ayudara a poder optar en libertad por la maternidad, alcanzando así mayores cotas de justicia social, y sensibilizando a la sociedad sobre el valor personal y social del embarazo y la maternidad.

La respuesta de partidos y asociaciones pro-abortistas fue entonces, igual que en esta ocasión, una oposición radical basada, por supuesto, en la descalificación como  retrógrados de quienes cuestionan que el aborto sea una solución y no un fracaso, en que el aborto es una cuestión subjetiva, ante la que solo cabe la neutralidad, afirmando que ayudar a las mujeres a que no aborten es no respetar su libertad para abortar, aunque siga existiendo esa posibilidad para aquellas mujeres que, voluntariamente, sin presión ni violencia de ningún tipo, quieran hacerlo y estén dentro de los supuestos legales, y partiendo de la presunción – que es mucho presumir - del libérrimo ejercicio de un derecho en toda mujer que aborta, apoyándose en la estadística (datos oficiales del IVE) para descartar las dificultades económicas entre las causas por las que lo hacen.

Sin entrar en el debate sobre el aborto, interrupción voluntaria del embarazo, ejercicio del “derecho a la salud reproductiva y sexual”, o como se lo quiera llamar, que al final todo es lo mismo, el hecho de que, estadísticamente, “la mayor parte” de las mujeres que recurren al aborto tengan trabajo o recursos económicos lo que implica es, precisamente, que también hay mujeres que no disponen de ellos, lo que además se ha agravado estos últimos años por la crisis económica; pero es que, además, la dificultades económicas no son las únicas a las que tiene que enfrentarse una mujer embarazada, porque los casos que pueden requerir que se le preste atención y ayuda – siempre a petición suya - son múltiples, desde problemas sicológicos (ansiedad, depresión, angustia, etc.), a graves conflictos personales, familiares, laborales y sociales (rechazo y amenazas de abandono de la pareja, presiones de los padres, de amigos y de compañeros, dificultades para continuar con los estudios o con el empleo en un entorno cada vez más competitivo en todas las escalas sociales, y un largo etcétera), además de los problemas de integración social específicos como los asociados a las singulares circunstancias de las inmigrantes en situación precaria en España. Y, por si fuera poco, existe una violencia de género específica que afecta a la mujer embarazada y que está estrechamente unida al aborto, y así lo señalaba, por ejemplo, un estudio del Instituto C.B. Medical (Madrid) realizado en el año 2005 por Doña Victoria Virtudes, Responsable de Estudios Sociales de la Mujer y Derechos Reproductivos de dicho Instituto –  nada sospechoso de tener la menor simpatía hacia los movimientos pro-vida – que afirmaba que detrás del 80% de los abortos se esconden manifestaciones de violencia de género, como sometimiento, presiones psicológicas y violencia física directa; y así ha sido reconocido el Ministerio de Sanidad español, que considera el embarazo como el primer factor grave de violencia contra la mujer.

Todo ese conjunto de situaciones componen esa “violencia de género estructural” contra la mujer embarazada a la que el ministro de Justicia ha tenido el valor de referirse con tanta claridad, sorprendiendo a propios y extraños, y desencadenando un agrio debate [en muy poco tiempo apareció en la red social Twitter el TT #violenciaestructural, al que responde el título de esta entrada], en el que resulta difícil de entender, hoy como entonces, que nadie pueda oponerse a que se ayude a aquellas mujeres que voluntariamente piden ser ayudadas, invocando la inviolabilidad de un abstracto “derecho” al aborto de la mujer en nombre del “progreso” y en contra de los “sectores más reaccionarios y ultra-conservadores de la sociedad española”.

Esa postura, ideológicamente inflexible, implacable, es la misma que sirvió, por ejemplo, para justificar el programa de asesinatos en masa llevado a cabo durante la Revolución Francesa, al que me referí en La´mi du peuple, y que después ha justificado los horrores vividos en el siglo XX, y me ha recordado las reflexiones de Iván Grigörievich, personaje de la novela “Todo fluye”, de Vassili Grossman, cuando meditando sobre el totalitarismo, leninista y stalinista, que aniquiló todo atisbo de libertad en Rusia explica que “En el curso de la historia del movimiento revolucionario ruso, los rasgos del amor al pueblo… se mezclaron con otros rasgos diametralmente opuestos, también presentes en muchos revolucionarios reformadores rusos:  el desprecio y la inflexibilidad hacia el sufrimiento humano, la admiración por el principio abstracto, la firme voluntad de aniquilar no  solo a los enemigos sino también a los  compañeros de causa apenas se desviaran un poco en la interpretación de aquellos principios abstractos. La sectaria dedicación a alcanzar el fin propuesto, la disposición a aplastar la libertad viva, la libertad presente, en nombre de una libertad imaginaria, a destruir principios morales cotidianos por los del futuro…”

No creo que sea exagerar la nota, ni que haya distancia alguna que salvar, porque de lo que se trata, al final, es del principio de que no importa el sufrimiento humano concreto, particular, con nombre y apellidos, no importa el sufrimiento de esa mujer que se queda embarazada y se ve, o se siente, sometida a presiones de todo tipo para que elimine ese “problema”, “su problema”, [¡qué bien lo trataba la película ”Bella”!] lo único que importa es salvar el principio abstracto, defender el “progreso” que supone el reconocimiento del “derecho a abortar”, que no puede detenerse ante una injusticia concreta.

La mujer abandonada a su suerte, el niño muerto en sus entrañas serán, todo lo más, un efecto colateral, insignificante, del avance del Progreso.

15 comentarios:

Manolo dijo...

Muy bien por el ministro, ya era hora de definir la sucia manipulación de las jóvenes por parte de sectores que se llaman progresistas pero que en realidad no han salido de la prehistoria y así quieren que sigan nuestras adolescentes, sumidas en lo oscuro, en la falta de luz, en el engaño, en la ocultación de la verdad a sus padres. Ya está bien de acosar, de ir contra la naturaleza, de manipular la mente, de dañar a la sociedad con planes maquiavélicos. ¡Sí señor!, muy bien llamada "violencia estructural", porque es así, con una estructura planificada y organizada, premeditada y estructurada para confundir a quinceañeras apartándolas de la libertad de amar de verdad.

Desde el foro dijo...

Ya veremos, Manolo, cómo se plasma esa declaración de intenciones, pero el cambio de perspectiva que implica es muy interesante...

Paloma dijo...

El aborto es un crimen cometido contra un semejante al que no se le da opción alguna. A un condenado a muerte, por crímenes reales horrendos, se le conceden años de vida, opción de arrepentimiento, de despedirse de sus seres queridos y, en ocasiones, la esperanza del indulto. Permitidme que me reserve la opinión sobre la pena de muerte, solamente hablo de las opciones de las que dispone el condenado, opciones de las que no dispone el inocente al que se le va a privar de la vida, de su propia vida. Se ajusticia a alguien sin opción a defensa y se hace de su cuerpo un amasijo de vísceras que terminan en un cubo de basura o, en el mejor de los casos, se reciclan los restos para uso industrial.

El aborto no es un derecho, es una privación de derechos y, el principal, el derecho a la vida.

Lo que sí es seguro, cierto y demostrable es que el aborto es un negocio, sucio, vil y detestable, pero un negocio. Me hace gracia ver a las mismas personas que defienden a mordiscos la propiedad de su propio cuerpo para hacer de él el lecho de muerte de otro ser al que se le priva de esa propiedad tan defendida por las que "paren y por eso deciden", sin contemplación alguna a la vida de un semejante, que es aniquilada y brutalmente teñida de sangre y muerte.

Desde el foro dijo...

Bienvenida a este espacio Paloma, y sí, no deja de ser curioso que el supuesto "progreso" de la legalización del aborto se centre en el derecho de propiedad sobre una vida ajena, dependiente, sí, pero autónoma, y que ese niño tenga o no el derecho a la vida por decisión de otra persona, aunque esa persona sea quien la porte, y su decisión esté mediatizada por influencias externas.
Empezar a tratar esas influencias, que pueden condicionar su libertad es un buen primer paso.
Un cordial saludo

Manolo dijo...

Todos somos dependientes: de un sistema económico, de las alteraciones medioambientales, de corrientes sociales, etc; pero, lo más destacable es que dependemos de otras personas y estamos condicionados entre nosotros mismos. Esa dependencia no nos hace esclavos ni propiedad de otros, por lo que tampoco se entendería que nos mataran por esa relación de propiedad a la que aludes y que sería asimilable a la que algunos consideran tener sobre el ser humano que no ha visto la luz, pero ser humano, un semejante. ¿Lo siguiente que será: canibalismo, zapatos de piel de hombre, bolsos de cuello de bebé...?, perdonad por la brutalidad pero así de brutal es el aborto y así hay que exponerlo. Ese primer paso que mencionas es el que el amigo Gallardón ha puesto encima de la mesa y, con diplomacia y más decoro que el mio, habla de "violencia estructural". Es un político, tiene que hablar así y se ve obligado a mantener una compostura pero yo, en este blog o fuera de él, llamo al aborto crimen y no tengo que quedar bien ante nadie para llamar así a lo que se hace cobardemente, con sentido de propiedad y sin valorar en modo alguno el robo más grande, el de la vida.

Paloma dijo...

Así es Manolo, pagán los más débiles. Yo iría más allá, me parece violento y, con matices, sádico. Violento por lo de matar, destrozar físicamente a un ser, dañando también física y psicológicamente a la preñada. Sádico porque así es procurarse un placer sufragado por el sufrimiento de otro. No creo que haya placer en sí a la hora de aniquilar la otra vida, ahí no; lo hay antes, con el acto físico de copular y tras el aborto, que no lo llamaría placer, lo llamaría descanso temporal intelectual motivado por el desprendimiento de lo que se considera "un lastre", que degenerará seguro en una posterior tortura por remordimientos y, en muchos casos, arrepentimiento. No conozco ni un caso de haber abortado dos veces, no digo que no los haya, solamente que no los conozco, por lo que la huella negativa en la mujer que ha abortado una vez, debe de ser dura. Lo que es más deplorable es el tejido médico que posibilita el aborto, toda ese despliegue de medios para un enriquecimiento cierto a consta de la vida de un ser y la ignorancia en muchos casos de otro que se rinde y que no ha tenido la opción de una información veraz, sincera y altruista que le abra los ojos a otras alternativas distintas al aborto.

Manolo dijo...

25 de Marzo, faltan nueve meses para la Navidad. Disfrutemos de este canto a la vida.

Virginia Ribero dijo...

Veía un programa en 13 tv hace unos días en el que salía una pareja joven que decidió tener su niño a pesar de las instrucciones en contra de la madre de ela y la falta de información que recibió por parte de la unidad de planificación familiar que la asistió. Todos los mensajes la inducían al aborto, hasta el último momento, en el que se levantó de la camilla en la que se iba a practicar. El chico explicaba que nadie le preguntó por su opninión y que fueron los padres de éste los que les ayudaron en todo y animaron a que la vida debía vencer a la muerte. Estructuralmente estaba todo planificado para abortar, con presión, falta de información y adopción de medidas concretas para hacerlo. Desde los sistemas de atención a la mujer y de planificación familiar ¿se les dió otra opción?: No.

Desde el foro dijo...

Así es Virginia, y eso lo saben muy bien las asociaciones (ahora mismo se me ocurren, aquí en Murcia, Red Madre y Amue) que se dedican a ayudar a la mujer que se encuentra en esa situación... las historias que cuentan desmontan por completo esa "libertad" tan cacareada de la mujer para abortar, muchas lo hacen porque, efectivamente, no les dejan otra opción.
Un cordial saludo, y bienvenida a este espacio.

Un obrero que quiere trabajar dijo...

Esa violencia estructural existe y se plasma en otros hechos con repercusión social y económica, sirva de ejemplo la última huelga, manipulada políticamente y con consecuencias violentas como se ha podido ver: negocios incendiados, contenedores quemados, operarios de cámaras de televisión agredidos,cócteles incendiarios arrojados contra negocios, sucursales financieras y vehículos de policía, agresión física a obreros que habían salido de la lista del paro, pirómanos tomando las calles, rotura de escaparates con martillos y, todo ello, a la par que otros se escudaban en pancartas sobre las que se erguían banderas republicanas, es decir, inconstitucionales. Llamo desde aquí a esos sindicatos y partidos que han permitido todo esto, CÌNICOS, HIPÒCRITAS y VIOLENTOS, perfectos FASCISTAS ya que no hay que olvidar que la base del fascismo es el socialismo de estado alentado en la Alemania nazi y en la Italia de Mussolini, emperadores socialistas de la teoría económica amparada en la lucha del obrero contra el propio obrero.

La violencia organizada existe tanto en esos médicos que se escudan en sus batas blancas, verdes o azules con en su título colgado de la pared que les convierte en espadachines contra fetos indefensos, así como en toda esa jauría en masa que ataca cobardemente a trabajadores que luchan por la defensa de su puesto de trabajo, agredidos por haber haber conseguido salir o no estar en esa maldita lista de 5 millones de parados y que valoran su trabajo hasta el punto de querer mimarlo e impedir que un señor que cobra x millones de Bankia o de RENFE siga al frente de un sindicato que apoya la violencia estructural contra el trabajo y se postra cómplice de actos delictivos como los expuestos.

Dredo dijo...

Con lo de al aborto considero que hay un verdadero sistema organizado que utiliza la coacción (un modo de convencer violento), la falta de información (omisión de ofrecer otras alternativas y por lo tanto una forma de presión) y utilización de técnicas médicas invasivas, violentas si se considera que existe un sistema natural de evitarlo, llámese parto. Pero el culmen de la violencia es el impedir la vida, se aniquila, por lo que la violencia es total.

Las mismas corrientes de pensamiento que simpatizan con el aborto, son las que materializan en las calles violencia contra los que defienden una medida económica, una religión, la familia o la cordial visita del Jefe del Estado del Vaticano, persona grata y con mensajes de paz allí donde va. Son corrientes intolerantes e incapaces de defender sus ideas pacíficamente y con respeto. Esa corriente permite que tengamos que aguantar en la televisión pública la retransmisión de películas en las que se defiende todo aquello que es transgresor u opuesto a lo natural. Así, la señora Cayetana Guillén Cuervo presentaba con aires de intelectualidad una película en "Versión Española" en la que un pianista cortejaba a su ayudante de 18 años hasta llevárselo a la cama. Para esta gente eso es lo que vale, lo contrario a lo normal, pero encima lo adornan y nos lo presentan así:
"Además, tras finalizar la película, y tal y como es habitual en el programa, Cayetana Guillén Cuervo moderará un debate sobre los problemas de los adolescentes LGBT en el que estarán presentes Esther Nolla, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, Joaquín Álvarez, responsable de la Tutoría de Atención a la Diversidad Afectivo-Sexual del IES Duques de Rivas Vaciamadrid, y Alejandro Quesada, antiguo alumno de dicha tutoría.

Entre todos, debatirán sobre temas como los problemas y la desinformación que tienen los adolescentes a la hora de salir del armario, la labor que debe desempeñar el sistema educativo ante las crisis del adolescente, o el acoso que sufren muchos gays a causa de su orientación sexual. Recuerda, la cita es esta noche a las 22.00 horas en la 2 de TVE".

Es acojonante tanto mimo a unos temas y tanto ataque a otros como la vida, la libertad de religión o el derecho a acudir con normalidad al trabajo. Parece que para algunos solamente existe el placer por el placer, importándoles un comino todo lo demás y viendo normal lo que no lo es.

Paloma dijo...

Ya vimos como se las gastas algunos, me refiero con aquella libertad de religión que era en realidad una libertad para que campara cualquier religión a sus anchas por España, menos la católica y así se prohibió a los militares que salieran en procesiones de Semana Santa, casi consiguen cerrar al culto el Valle de los Caídos que forma parte de la historia y es lugar de descanso de miles de españoles que lucharon en un bando u otro en la desdichada guerra civil; arremetieron contra crucifijos, capillas, militares y todo aquello que no es lo que "ellos" consideran progresista, esto es: abortar, destruir el matrimonio entre hombre y mujer en pro de los artificios para permitir los de carácter homosexual, crear asignaturas conflictivas, entender la alianza de civilizaciones como las relaciones diplomáticas con paises problemáticos y otras lindezas de un ejecutivo intolerante como el que ha precedido al actual, al que ya tendremos tiempo de analizar pero, de momento, es bastante más respetuoso y menos colérico que el anterior.

Manolo dijo...

Habría que empezar a tratar el aborto como un delito con resultado de muerte.

Desde el foro dijo...

Un programa de TVE muy ¿interesante?, no se realmente cómo denominarlo, el que comentas Dredo, ¿no es una broma? Por suerte dejé de ver la televisión hace ya bastante tiempo, seguro que hay algo interesante que me pierdo, pero por lo que veo (ayer leía mismo en un periódico acerca de un programa de televisión llamado "Sálvame" en el que habían hecho algo absolutamente deleznable que no voy a reproducir) parece ser que no es mucho.

Desde el foro dijo...

Hola Paloma, bienvenida a este espacio. Como dices, habrá que esperar a ver que hace este Gobierno, pero de momento su "talante" parece otro, ya veremos en qué se concreta respecto de este tema.