domingo, 28 de septiembre de 2014

Aclarando algunos conceptos: sobre óvulos y embriones.



El video que antecede responde a una intervención en directo de la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón (PP), en un programa de debate en la televisión regional de Castilla León, a propósito de la retirada de la ley que iba a derogar la actual ley del aborto, en el que en defensa de su posición declaradamente pro-abortista, utiliza como razón “científica”, uno de los argumentos más falaces, y estúpidos, que utilizan esos grupos, y es que en realidad todo óvulo que no es fecundado es un aborto, es decir, que toda menstruación de una mujer es un aborto incipiente. Es literal, y ahí está el video para comprobarlo.

A ver, a la pregunta acerca de cuándo comienza la vida humana – otra cosa es el concepto jurídico de persona, que depende de a quién la ley le otorgue esa condición en cada momento – efectivamente debe responder la ciencia, y el consenso científico en este asunto es unánime, y no admite fisuras, un ser vivo es aquél que ha iniciado su ciclo vital y aún no lo ha terminado, y cuyas partes forman un todo, y esa es la realidad del embrión; el ser humano empieza con el zigoto, resultado de la “fusión” de un óvulo y un espermatozoide, por lo que el zigoto unicelular, en el día 1 de la concepción, es ya un organismo único de la especie homo sapiens, con sus 46 cromosomas definitorios. Inmediatamente después de ser concebido empieza a producir enzimas y proteínas humanas y a dirigir su propio crecimiento y desarrollo, se trata de un ser humano, “una nueva, genéticamente única, recién existente, vida humana individual”.

Por tanto, Sra. Alcaldesa, y demás simpatizantes de la alegre cofradía del aborto libre o simples pro-choice, es absolutamente falso que el embrión sea una simple masa de células o un simple tejido, porque el embrión es desde el primer momento un ser humano definido genéticamente y con capacidad para auto-desarrollarse, y es radicalmente falso comparar la destrucción de un embrión con la destrucción de un óvulo, o de un espermatozoide, porque el espermatozoide y el óvulo por separado no son seres humanos, pueden llegar a serlo si se “fusionan”, pero mientras no se produzca la fecundación son eso, simples espermatozoides y óvulos, no poseen los 46 cromosomas del nuevo organismo ni tienen capacidad para auto-desarrollarse como tal, como sí ocurre con el embrión, que es precisamente por eso un ser humano de facto.

Después ya vendrán otros debates, sobre si ese ser humano merece o no protección, en qué medida o desde cuando, sobre la prevalencia o no del derecho a la vida de ese ser humano frente  a otros “derechos”, según que circunstancias o según que tiempo haya transcurrido desde la concepción, etc., pero la evidencia científica es la que es, y me parece de una absoluta falta de respeto a las personas a las que se dirige utilizar un argumento tan falso y tan estúpido como el que utilizó, al afirmar que una menstruación ya es un “aborto incipiente” para restar importancia al aborto, probablemente porque está convencida de la estupidez de sus votantes y de las personas a las que se dirige.

A los mejor nos hemos ganado esa falta de respeto, y tendremos que rectificar. Digo.

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