martes, 12 de octubre de 2010

¿Hubo un tiempo?



Hubo un tiempo, allá en el corazón de las tinieblas, en que algunas sociedades sintieron el impulso de recurrir a demonios y espíritus infernales para solventar sus problemas más prácticos y cotidianos, en el convencimiento de que eran más cercanos que sus primitivos dioses, que atenderían mejor sus peticiones. No era una conducta inocente. Conocían la condición de los espíritus que invocaban, como demuestran las representaciones artísticas que de ellos hicieron, intentando en la medida de sus posibilidades reflejar toda su fealdad, repugnancia y vileza, y como demuestran los sacrificios humanos, que incluía a veces  el canibalismo ritual de las víctimas, con que los adoraban y con los que pretendían ganar su favor o aplacar su ira; y si practicaban tan sangrientos rituales no era porque pensaran que no era malo hacerlo, sino precisamente porque sabían que era horrible y, para ser dignos de los demonios cuya ayuda invocaban, necesitaban literalmente hartarse de horrores.

Así lo recoge Bernal Díaz del Castillo en su “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, cuando relata “…que a muchos de ellos les ponían plumajes en las cabezas y con unos como aventadores les hacían bailar delante de Huichilobos, y desque habían bailado, luego les ponían de espaldas en unas piedras, algo delgadas, que tenían hechas para sacrificar, y con unos navajones de pedernal los aserraban por los pechos y les sacaban los corazones bullendo y se los ofrecían a sus ídolos que allí presentes tenían, y los cuerpos débanles con los pies por las gradas abajo; y estaban aguardando abajo otros indios carniceros, que les cortaban brazos y pies, y las caras desollaban …y se comían las carnes con chilmole…”; y no se trataba de un comportamiento aislado porque ya antes ha descrito los adoratorios de Cocotlan, que tenían “puestos tantos rimeros de calavernas de muertos, que se podían contar, según el concierto como estaban puestas, que al parece ser serían más de cien mill…”, o como hallaron “…en este pueblo de Tascala casas de madera hechas de redes y llenas de indios e indias que tenían dentro encarcelados y a cebo hasta que estuviesen gordos para comer y sacrificar… y dende adelante en todos los pueblos que entrábamos lo primero que mandaba nuestro capitán era quebralles las tales cárceles y echar fuera a los prisioneros, y comúnmente en todas las tierras los tenían.”

Es historia, sí, pero no debemos creer que es sólo algo del pasado, propio de sociedades primitivas y poco desarrolladas - no lo eran ni mayas ni aztecas, como tampoco lo fueron fenicios, cartagineses ni cananitas en las riberas del Mediterráneo – y el sentimiento y la certeza revolucionarios de la igualdad esencial de todos los seres humanos, la idea de que todo ser humano es sagrado e intocable, y de que ningún poder puede disponer de su vida o de su dignidad, que es el fundamento ético de la libertad y de la democracia tal como la conocemos, deben ser defendidas hoy como entonces, cuando nació y se propagó; porque es posible que ya no se llamen Huichilobos o Moloch, y es posible que ya no se utilicen navajones de pedernal (el progreso tecnológico es innegable), pero hay otros ídolos – los mismos demonios con otros ropajes, para disimular el espanto que podrían causar - que exigen su tributo, y hay quienes están dispuestos a organizar la sociedad para que se satisfaga.

13 comentarios:

Leandro dijo...

El otro día me senté a ver Apocalypto. Y no puedo decir que sea una gran película, la verdad; pero no podía levantarme del sillón. Claro que a lo mejor me estoy saliendo del tema

Desde el foro dijo...

En absoluto..., a mí sí me gustó, la estética y la fotografía, el ritmo, el humor (es un poco grueso, pero no me digas que no es bueno el bromazo al amigo que no podía tener hijos..., ¡el pobre!, comiéndose en crudo los h.... de los bichos recién cazados), y la historia que contiene múltiples mensajes, incluido el final en el que.... mejor me callo, que parece que tengo vicio por desvelarlos y a lo mejor alguien no la ha visto.

No se, me pareció una buena película, y tampoco podía levantarme del sillón, lo que dicho sea de paso creo que ya es bastante salvo que la pretensión sea dormitar; y sí, tal vez "gran" se le quede efectivamente grande.

Desde el foro dijo...

¿Has leído la Historia verdadera de la Conquista... etc.?
Desde luego no tiene nada que ver con la historia que nos contaron allá en nuestros años mozos estudiantiles (¿en BUP?), no ahorra las miserias, pero al tiempo y tal vez por lo mismo resulta mucho más heroica y mucho más impresionante,y en cuanto te acostumbras al castellano antiguo pasa como con la película, no puedes abandonarlo.

Leandro dijo...

La plástica y la violencia de la película me fascinaron, sobre todo en la parte más documental (llamémosle así) y menos aventurera, aunque la caza del azul por la selva tampoco estuvo nada mal. Y el final... es estupendo; y lo más gracioso es que, ¿cómo puede ese final ser inesperado? En fin...

Esa "Historia verdadera..." tiene muy buena pinta. Lo mismo te la pido y todo

Desde el foro dijo...

A tu disposición...

Leandro dijo...

Huy, no sabes lo que has dicho

Desde el foro dijo...

No problem! se dónde vives, y dónde trabajas,..., me lo terminaría cobrando en cervecitas :)

Manolo dijo...

Mel Gibson fué muy criticado por esta película y basó su defensa en lo poco que hizo lucir las aberraciones de estas tribus precolombinas. Al parecer, las fuentes que le sirvieron para documentarse, hablaban de esclavitud, pedofilia, magia negra, decapitaciones, torturas, mutilaciones y un largo etcétera de prácticas que dejaban a la altura del betún lo transmitido por el largometraje en cuestión. ¡Qué no vengan Hugo Chávez o Evo Morales a tocarnos tanto las narices, culpando siempre a los españoles de las tragedias acaecidas en territorio sudamericano!. El mal ya tenía su caldo de cultivo, al igual que lo ha tenido en toda la faz de la tierra, en todas las épocas y en todas las civilizaciones. Pero los españoles, con todos los errores que se pudieron cometer en aquellas tierras, hicieron mucho y bueno, desde alfabetizar hasta evangelizar, sustituyendo una cultura basada en la muerte por otra basada en la vida y el amor, sin con esto tratar de ocultar la existencia de oportunistas, caciques o vándalos que pudieron haber hecho de las suyas, amparados en su superioridad técnica. Algo desinterasado, viril, patriótico, aventurero, emocionante o inquietante, tuvo que mover a un grupo de valientes que, casi a ciegas, sin cartas náuticas de referencia y ante una incógnita vital diaria, descubrieron un Nuevo Mundo, del que han brotado un sinfín de grandes escritores, artistas, científicos, médicos, marinos...; en definitiva, grandes e ilustres personas que han dejado huella en la historia.

Frente a una evangelización católica enriquecedora que trata de abrir la mente al amor al prójimo, a la paz, a la defensa a ultranza de la vida, a la protección del hombre como tal, así como a su entorno directo, trabajo, familia, comunidad, etc; frente a todo esto, que solamente un necio podría tildar de negativo, tenemos la cultura de la muerte, la desolación, la vejación, la privación, la esclavitud, encarnados en nigromantes, brujos o hechiceros, de los que, grupos de jóvenes actuales como los que se hacen llamar "góticos", manipulados por titiriteros masones, hacen gala. Estos grupos y sus componentes, entre las que están las hijas de nuestro presidente, se mueven en un mundo oscuro, negro, que gusta de lo relacionado con la muerte, maquillándose con trazas vampíricas, que lucen cruces invertidas o se regocijan con el sufrimiento ajeno como, por ejemplo, ver las esquelas de otros seres.

Menos mal que hoy, al encender la televisión, he desayunado con la grata noticia del recate de 33 mineros que, con su Presidente al lado, que no al frente, han entonado con gallardía, templanza, fuerza, patriotismo, agradecimiento y honor, el himno de su Patria, cantado para todo el mundo como muestra de alegría por el agradable desenlace de su calvario bajo tierra. Me ha llenado de esperanza oir a Sebastián Piñera, "la Fé mueve montañas" y agradecer a Dios el feliz acontecimiento. Ha dado una lección magistral al mundo y en particular a los que hoy en día dirigen los designios de España, de patriotismo y defensa de los suyos. ¡Señores Moratinos y Zapatero!, ¡tomen nota por favor!. Olviden las memorias históricas atrasadas, oscuras, vengativas, rencorosas y macabras. Piensen en positivo, en el presente y futuro de España, en la vida, en la educación de las nuevas generaciones, en defender los nuestro, en invertir en progreso, dejando ya de una vez por todas, de seguir invirtiendo en levantar féretros o remover las entrañas de jóvenes para favorecer el aborto, porque me empiezan a recordar a los bestias que perseguían al protagonista de Apocalypto.

NOTA: Me gusta acentuar los monosílabos.

Desde el foro dijo...

Pues sí Manolo, no parece que tenga nada que ver la pena de sacar las tripas por el ombligo que imponían los Mayas a los adulteros, que relata Fray Diego de Landa en su “Relación de cosas del Yucatán”, con el “vete y no peques más” de Jesucristo a la mujer acusada de adulterio que querían lapidar. Y ello, como dices, sin ocultar los abusos y barbaridades que se pudieron cometer por los españoles, que en muchos casos fueron denunciados ante las autoridades superiores y ante el mismo emperador, y si podían denunciarse era precisamente porque existía la conciencia de que eran abusos y barbaridades.

Manolo dijo...

Claro que hay otros navajones, otros pedernales u otros ídolos. Ahí tenemos a los del tiro en la nuca, sin ideología alguna que les avale, excepto el beneficio económico que les supone la extorsión y el que les proporciona el negocio de la droga en tierras venezolanas, en alianza con el terrorismo de las FARC. Aquí matando a sangre fría y allí viviendo a todo postín bajo la tutela y protección de un dictador que día a día se ríe de España y de los españoles, gracias al inmovilismo de nuestro gobierno acobardado, incapaz y acomodado en una poltrona de la que no quiere bajar. Miles de familias están en la ruina, millones de españoles sin trabajo, tenemos a Marruecos y a Venezuela enseñándones los dientes cada dos por tres , mientras que nuestros dirigentes les conceden medallas de todo tipo, como la que le ha tocado en esta macabra tómbola al general marroquí que ingenió el ataque a Perejil, nada menos que le han dado la "Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica". Creo que si algún día Marruecos tomara Ceuta o Melilla, estos iluminados gobernantes que tenemos serían capaces de meter en el mismo saco, para uso y disfrute de la tropa marroquí, El Escorial, la Giralda de Sevilla, el Alcázar de Toledo y, por supuesto, la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba y el Valle de los Caídos, este último por recochineo.

Pero hay más centros ceremoniales, más altares prestos al sacrificio humano, como por ejemplo, la que se viene conociendo como "ideología de género", motor de una corriente que pretende aniquilar la religión, la familia y el matrimonio. Eso sí, para ellos, hay cinco sexos, fruto de mentes retorcidas que ven normal lo anormal y bello lo horrendo. Contra esto vamos a tener que luchar los que pensamos en que nuestros hijos deben educarse en libertad, no en la dictadura ideológica de mentes perversas para los que la pedofilia es una práctica natural.

Apocalypto es una muestra de la brutalidad del hombre contra el propio hombre. Hoy en día la brutalidad persiste, camuflada, bajo sonrisas de políticos corruptos y amparada por marcos legales.

Manolo dijo...

Apocalypto en el siglo XXI: 20 de Octubre de 2010, Leire Pajín ministra de sanidad. Defensora del aborto, simpatizante activa de movimientos homosexuales y transexuales, partidaria de que la sanidad pública permita el cambio de sexo.

El único trabajo que se le reconoce es el de subirse al tren de un partido político, sin trabajos reconocidos en la empresa privada ni en la pública (mediante oposición). Sobre su formación y capacidad intelectual, bueno, creo que puede liar un desmadre sin precedentes y que en los meses que restan hasta las próximas elecciones, es muy probable que asistamos a situaciones esperpénticas e inimaginables.

Pero no quiero adelantar acontecimientos y, por el bien de España, espero que sepa estar a la altura de las circunstancias y que sea una buena ministra, aunque permítanme que mis dudas sean muchas y extensas.

Desde el foro dijo...

Manolo, no permitas que la política diaria te envenene, que eso es cosa del maligno...., :), y además, Apokalypto contiene y termina con un mensaje de esperanza y salvación.

En cuanto a lo de Pajín, míralo en positivo, a lo mejor podemos gozar de algún otro momento "glorioso", como el de la conjunción planetaria, .... :)

Manolo dijo...

Gracias Nacho. Para nada envenenado, expectante y crítico, sí. Por ello mi opinión no la oculto, mientras pueda. El regalo que Dios me ha dado y del que disfruto día a día, mi familia, lo valoro mucho, muchísimo, y es lo que me mueve a decir con claridad y sin tapujos, pero sin dejarme arrastrar por la ira, todo lo que pienso. Además, creo que ciertos temas deben de propagarse y así, a la par que se propagan mensajes a favor del aborto y en contra de la familia, un servidor intenta en su modestia hacer extensivo todo lo contrario, es decir, la defensa de la vida, la familia, el matrimonio o la educación acorde a mis principios (religiosa). Siempre tengo la otra mejilla preparada, pero opino que hay que morir con las botas puestas, luchando, sin dejar que un grupo de ideólogos tendenciosos hagan de la política su instrumento para lavarme el cerebro con mensajes y actos que atentan directa y diariamente sobre todo aquello que veo bueno. No estoy dispuesto a que mis hijas hereden un mundo amoral, inmoral, anárquico, masón y deshumanizado. Mientras pueda y me dejen, sin envenenamientos, sin alzar la voz y siempre con la otra mejilla preparada para el sopapo, procuraré mantenerme en pié y, al menos, dejar clara mi postura.