domingo, 3 de junio de 2012

El buen alienígena


Ya me referí en una ocasión, a propósito del discurso de Charles Chaplin en la película “El Gran Dictador”, a la fe en el progreso y en la ciencia como instrumentos liberadores de la humanidad, una idea que nace en la Edad Moderna, que pervive todavía, alimentada por un crecimiento científico, tecnológico y biotecnológico exponencial, y que he visto recientemente reproducida, en versión alienígena,  en una noticia, en el diario ABC del pasado 25 de mayo, que se refería a la crítica del Instituto SETI para la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra a los creadores de películas de ciencia ficción de Hollywood, por su tendencia a presentar a los alienígenas como invasores hostiles, hay que reconocer que con cierta razón porque desde E.T. no recuerdo a ningún otro extraterrestre bondadoso, y han pasado ya unos cuantos años. La directora de dicho Instituto, Jill Tarter, afirma que los alienígenas de ciencia ficción dicen más sobre nosotros que sobre ellos mismos, que esas películas son una metáfora de nuestros propios miedos, muestra su desacuerdo con Stephen Hawking cuando advirtió que la vida extraterrestre podría tratar de conquistar o colonizar la Tierra - lo que no se cómo puede descartarse como hipótesis -, y hace una afirmación sorprendente, tanto más por venir de una científica: “Si los extraterrestres nos visitaran significaría que tendrían la capacidad tecnológica lo suficientemente sofisticada como para no necesitar esclavos, alimentos u otros planetas. Vendrían simplemente a explorar y, teniendo en cuenta la edad del universo, probablemente no sería su primer encuentro extraterrestre.”

Lo siento pero esa afirmación no es científica, ni siquiera a nivel divulgativo, porque no es expresión de una hipótesis, sino de fe, en la ciencia y en el progreso científico como instrumentos que habrían liberado a los extraterrestres de aquellos agentes externos que condicionaban su voluntad y los impulsaban a hacer el mal – la necesidad de esclavos, alimentos o materias primas - por lo que ahora, desprendidos de ese pesado bagaje de las circunstancias externas, por fin dominadas, solo podrían ser “buenos”, y solo podrían sentir curiosidad hacia otros mundos al haber vuelto a una condición semejante a la de “el buen salvaje”, tópico mito de la Edad Moderna, pero con naves espaciales.

La idea no es nueva, por lo menos aquí en el planeta Tierra, y conste que es la misma Jill Tarter la que está aplicando conceptos y motivaciones “humanas” a los alienígenas, porque fue en nuestra Edad Moderna (s. XVI-XVIII), así llamada en contraposición a la “oscuridad” de la Edad Media, cuando se desarrolló la esperanza en la instauración de un mundo perfecto que se lograría gracias a los conocimientos y a la ciencia; y si para Francis Bacon (1561-1626) estaba claro que los descubrimientos y las invenciones apenas iniciadas eran solo un comienzo, y que gracias la sinergia entre ciencia y praxis se seguirían descubrimientos totalmente nuevos y surgiría un mundo totalmente nuevo, el reino del hombre, Immanuel Kant (1724-1804) describía la  Ilustración como la llegada del hombre a su mayoría de edad, una liberación de la inteligencia de controles externos, que expresaba con ese “Sapere aude”, atrévete a saber, que significaba su fe en la bondad natural del hombre, una creencia optimista en la razón y su confianza en la ciencia y en la investigación empírica que liberarían al hombre de sus enemigos, la tiranía política, el fanatismo religioso, la hipocresía moral y el prejuicio. 

Eso, la verdad, era y es pedir demasiado a la ciencia. Francis Bacon y los seguidores de la corriente de pensamiento de la edad moderna inspirada en él se equivocaban al considerar que el hombre sería redimido por medio de la ciencia, como se siguen equivocando quienes, gracias fundamentalmente al desarrollo de las biotecnologías, todavía depositan en ella su esperanza en la redención de la humanidad; es una esperanza falaz, porque la ciencia puede ciertamente contribuir mucho a la humanización del mundo y de la humanidad, pero también puede destruir al hombre y al mundo si no está orientada por fuerzas externas a ella misma, porque la razón, la ciencia, la técnica, por sí solas, son incapaces de crear una ética, y si el progreso científico y técnico no va seguido de un progreso en el mismo grado en la formación ética del hombre, a lo que asistimos en realidad es a un crecimiento exponencial de nuestra capacidad para el mal.

No, la ecuación “+ progreso técnico = + bondad”, no es correcta, no funciona, como en la Tierra hemos comprobado a lo largo de los siglos que han transcurrido desde que se formuló esa idea en la Edad Moderna, y no deja de sorprender que haya quien todavía la sostenga, aunque sea refiriéndose a alienígenas, porque es un error, como lo es pensar que el crimen es fruto exclusivo de relaciones socioeconómicas equivocadas; el mal existe, y no es cierto que sólo sea el fruto de circunstancias adversas, externas a nosotros mismos, y que sólo el conocimiento, la razón, la ciencia y el progreso técnico nos liberará, siendo tan innumerables las utopías que han nacido al socaire de ese pensamiento,  como terribles sus consecuencias cuando se han intentado llevar a la práctica.

Y si esto es cierto para los humanos, no se por qué razón debería ser distinto para los alienígenas, por lo menos por lo que se refiere a los argumentos esgrimidos por la directora del SETI Institut, así que en este concreto punto, y sin que sirva de precedente, me van a permitir que me adhiera a la opinión de Sir Stephen Hawking de que si existe vida inteligente fuera de la Tierra capaz de llegar hasta nosotros tal vez no debamos presumir esa bondad.

19 comentarios:

Manolo dijo...

¿Algún ejemplo más de extraterrestre bueno?, me viene a la cabeza Doramon, el gato cósmico y el protagonista de K-Pax, aunque en este caso no se queda claro si se trata de un alienígena o de un enfermo mental. Mi preferido es Alf, esa mezcla de oso hormigueroo, perro, cerdo e incluso reno, que tan buenos ratos me ha hecho pasar. Pero sí, hay más visitantes de otros mundos malos que buenos en la ficción de las películas.

Creo que la base ética y moral es condición indispensable para cuaquier tipo de desarrollo, sea científico, tecnológico, médico, económico o de cualquier otra índole. Al igual que se tiene en cuenta y se intenta velar por el "desarrollo sostenible" deberíamos tener el mismo celo para el "desarrollo bonancible".

Desde el foro dijo...

¡Alf!, es verdad, se me había olvidado, alos otros no los conozco; la verdad es que solo pensé en películas cine, me olvidé de las series de TV, pero de todas formas tampoco desequilibra la balanza.

Y sí, como dices, se necesita de una base ética, moral, para cualquier actividad, de hecho, como ya hemos comentado en alguna ocasión y llegó a reconocer, incluso, el ex-presidente del Gobierno, D. José Luís Rodríguez Zapatero, la crisis económica actual tiene su origen en la falta de ética, personal y de determinadas estructuras.

Mientras no lo tengamos claro, no alcanzaremos el desarrollo ni "bonancible", ni tampoco sostenible.

Anónimo dijo...

Si el avance conlleva humanización será progreso, pero si trae consigo aniquilación, prefiero volver a las cavernas. No concibo que la ciencia avance para matar a otro ser humano o promover el lujo de unos, mientras otros no pueden beber ni un vaso de agua limpia. Dejo una pregunta en el aire: ¿sería bueno no pasar de un grado determinado de progreso, es decir, ejercer un control a conciencia sobre el potencial que tiene el ser humano de avanzar, de modo que quede limitado en pro de un mundo más feliz para todos los seres humanos?.

Desde el foro dijo...

Hola Anónimo, yo creo que el progreso científico y técnico no es malo en sí mismo, ni mucho menos, lo malo es el uso que a veces se hace de esos avances que, como dices, se utilizan a veces para aniquilar a seres humanos, o para ahondar en las diferencias, lo malo es su conversión en un fin en sí mismo al margen de la moral o de la ética, porque no todo lo que se puede hacer se debe hacer.

Un ejemplo muy claro son las técnicas de diagnóstico prenatal. No son malas en sí mismas, y nacieron para solucionar, paliar, prevenir o estar preparados ante problemas que podían presentar los fetos todavía en el vientre de la madre, y para eso se utilizan en innumerables ocasiones; lo malo no es la técnica, lo malo es cuando se utiliza para eliminar físicamente, en el vientre de la madre, a los fetos que parecen presentar o presentan de hecho algún problema.

No creo que la solución pase por limitar el potencial del ser humano para conocer y crecer científica y tecnológicamente, creo que eso es bueno y hasta diría que es una obligación y que forma parte del mandato divino de "dominar la tierra", la cuestión es que es mandato lleva aparejada la responsabilidad, frente a nuestros semejantes y frente a la misma Tierra y a las especies que la pueblan, y para eso es necesario introducir criterios éticos que impidan esos abusos a que te refieres.

Creo que esa es la lucha, hoy como siempre.

Virginia Ribero dijo...

Tarde o temprano saldremos de la Tierra, seremos nosotros los propios "extraterrestres", porque seremos, en el sentido de sobrevivir a la muerte y superar las cadenas de la Tierra. Pero, aquí y ahora, toca rezar y obrar cristianamente.

Desde el foro dijo...

De acuerdo Virginia, pero sin olvidar que Dios creo el mundo, y vio que era bueno, y que debemos amarlo apasionadamente porque es obra de su manos y ocasión para unirnos a Él, como dices, rezando y obrando cristianamente.

Anónimo dijo...

¿De verdad que pensaba que era bueno?. Algo debió torcerse entonces para que Jesús diera su vida por nuestros pecados, es decir, no debió verlo tan bueno y tuvo que actuar para enderezarlo.

Por otro lado, podré amar apasionadamente a Jesús, emplearme en amar a mi prójimo como a mí misma pero, precisamente porque no puedo amarme apasionadamente, no podré amar apasionadamente al mundo. Además, estaré más cerca de Dios cuanto más renuncie a las cadenas que me atan al mundo, a los apegos, a las tentaciones, a las riquezas o al poder. Estaré más cerca de Dios cuanto mayor sea mi renuncia a lo mundano y cuanto más firmes sean mis pasos en mi preparación a la santidad.

Anónimo dijo...

Hay que ir a lo práctico a lo que supone amor en sí mismo. De nada valen conviviencias, encierros, meditaciones o cursillos si no hay una puesta en práctica de todo ello. No podemos quedarnos en la propia complacencia y en reducir el amor a un grupo que se encierra, se ilustra, piensa y razona sobre los problemas, pero sin aportar soluciones a los mismos, porque hay que salir a la calle, al verdadero crisol, para amortiguar el sufrimiento ajeno con el amor que emana del que goza de buen corazón, aunque no esté curtido en dogmas y concilios. Jesús nació humilde, vivió humildemente y murió con total entrega y humildad, coronado de espinas. No necesitó oro, ni ropas de gala, ni guardaespaldas, ni custodios de sus haberes; su entrega fue total sin rodearse de opulencias ni comitivas de rezos hipócritas. Su heremcia, sin intervencion de fedatario público, no era nominativa, era plural, anónima y al portador de su palabra. Su herencia fue de amor, su palabra que, inmaterial, perdura a través de los siglos.

Manolo dijo...

También es práctico rezar y parece que nos olvidamos de su importancia. Esa comunicación íntima con Dios, sin interferencias, de manera pausada y meditada, establece un vínculo vital. Es de agradecer que haya personas que rezan y piden, en nombre de aquellos que no lo han hecho o no lo hacemos habitualmente. Lo hacen incluso por las almas de los que han fallecido hace años y han podido caer en el olvido y, por lo tanto, carecen de rezos y peticiones para su salvación.

Desde el foro dijo...

Hola Anónima (anónimo 30/06), claro que se torció algo, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, libres y dotados de voluntad, y la empleamos mal, claro que se torció algo, lo hizo el hombre con el pecado original, y Cristo, efectivamente, entregó su vida para redimirnos del pecado, y no solo enderezar lo que nosotros torcimos, sino que mucho más, hacernos partícipes de la vida eterna.

Por otro lado, no hay que confundir el mundo como creación de Dios, como lugar en el que vivir la única vida que tenemos, que está hecha de carne y de espíritu, alejándose de espiritualismos y materialismos enfermizos, de lo "mundano" que es a lo que te refieres. Obviamente me refería al primer concepto, porque este mundo y sus realidades materiales es precisamente lo que hay que santificar, y en este mundo, el que a cada uno le ha tocado con sus propias circunstancias, es dónde cada uno debe intentar santificarse, sabiendo que nos equivocaremos mil veces, y lo haremos mal otras tantas, pero que siempre podemos levantarnos y rectificar, una y otra vez.

Desde el foro dijo...

Anónimo 2 (de 1 de julio), no creo que deban contraponerse ambas cosas o ambas actitudes como contrarias o contrapuestas, la oración - y estoy de acuerdo con Manolo en su comentario posterior - es importantísima, vital para mantener una verdadera relación con Dios y no caer en el "activismo", o la "filantropía", que no digo yo que estén mal, pero es otra cosa. Mira, voy a ponerte un ejemplo, ¿crees que la madre Teresa de Calcuta, descuidaba la oración, la Santa Misa, los sacramentos...? Ni por un momento, y eso no solo no le impedía sino que le "impelía" a ver a Cristo en cada uno de los pobres de entre los pobres de los que se ocupaba.

Por otro lado, y coincidiendo en rechazar la pura "autocomplacencia" en el estudio, que no tiene nada que ver con la fe o el amor, no pueden minusvalorarse en absoluto les medios de formación a que te refieres (convivencias, retiros...) , es extremadamente difícil que sobreviva íntegra la fe en un adulto que se ha quedado en la catequesis de su primera comunión o de la confirmación en el mejor de los casos; creo que tu mismo lo dices, "su Palabra", ¿cómo conocerla si no la estudiamos, meditamos y llevamos a la oración? ¿Cómo conocer al mismo Cristo, y cómo amarlo, si no lo hacemos? ¿Y cómo hacerlo sin un adecuada y formada dirección? En esto me gusta aplicar criterios profesionales, y como en mi profesión, me gusta acudir a la más acreditada doctrina.

No, no basta con ser Marta, corriendo de un lado para otro, afanándose, y olvidando la Palabra, hay que ser Marta y María, al mismo tiempo.

Marga dijo...

me he reido mucho (no sé si era la intención del autor, pero a veces la obra trasciende al autor) con la discusión del post sobre si los et son buenos o malos...
hombre, démosle oportunidad de conocerlos, qué manera de prejuzgar :-)
si al final resultan como pizarro cuando vino a estas tierras: no sé si fue bueno o malo, solo sé que apareció y soy quien soy porque él vino... y ya...

Dredo dijo...

"Hola terrícolas, llevadme ante vuestro líder"

Virginia Ribero dijo...

¡Tan preocupados por buscar signos de inteligencia en el exterior, cuando en el planeta Tierra seguimos rebuznando y tirándonos coces los unos a los otros!. Mejorar nuestra conducta y explorar el universo es compatible, pero, dado que hay una vida terrena, deberíamos ocuparnos un poco más de esa vida y de la de los demás.

CIAKAR DRACO dijo...

Me quedo con los V, aunque estoy en fase de estudio profundo sobre los Reptilianos. ¡¡¡ARCTURIANOS, la batalla ha comenzado!!!, ¡AL ATAQUEEEERRRR...!. ¡No puedo, no puedo!

Desde el foro dijo...

Por eso puse la imagen de ET, para desdramatizar y como contraste con la imagen que ilustraba la noticia..., estoy de acuerdo Marga, no prejuzguemos, démosle una oportunidad :-)

Por otro lado hay cosas "graciosas" en torno a este tema; no se si al final existirá o no el cargo, pero una astrofísica de malasia Mazlan Othman , directora de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior (UNOOSA), iba a ser designada como embajadora de Naciones Unidas para el Espacio, sería la encargada de coordinar la respuesta de la humanidad en caso de entrar en contacto con alienígenas... sería la que respondería en primer lugar en caso de que ET, o los reptilianos de V, dijeran "Hola terrícolas, llevadme ante vuestro líder" .... si es que hay que estar prevenidos... ¡será por puestos de trabajo!

Tal vez, como sugeríais por ahí arriba, podríamos empezar por solucionar nuestros problemas, que no son pocos.

Manolo dijo...

No veo mal optar por un reino del hombre, con todo adelanto hecho realidad, con todo tipo de logros científicos y con un elevado grado de conocimiento, eso sí, lo más extendido posible entre todos los hombres. Pero lo veo bien sobre la base e inspiración de la bondad, de la defensa de la vida, de procurar el bien a nuestros semejantes. Si el progreso va a servir para aniquilar, fastidiar o herir al vecino, para nada lo deseo.

No veo mal ese reino del hombre en la Tierra, pero sin olvidar nuestra aspiración al otro reino, al de Dios, alcanzable pero para el que se requiere de una vida en la Tierra lo más parecida a la de Jesús.

No debemos dejar perder las oportunidades que se nos brindan cada día de hacer de cada uno de nuestros actos, una escalada hacia la santidad, hacer de nuestra vida una oportunidad para, siendo hombres, dar un sentido divino a todo lo que nos rodea, con el convencimiento de poder lograr un avida eterna en un estado de felicidad total.

Anónimo dijo...

¡Ya!, pero la felicidad total es imposible en este mundo y eso nos angustia, porque tendemos a ella y son muchas trabas las que la impiden. ¿No se puede ser feliz totalmente en este mundo y en el otro?. ¿Por qué tenemos que ser infelices en este, con un sacrificio tras otro, para poder ganarnos el venidero?.

Desde el foro dijo...

El sufrimiento, como dice Benedicto XVI (Spe Salvi) forma parte de la existencia humana, deriva de nuestra propia finitud y de la gran cantidad de culpas acumuladas a lo largo de la historia y aunque podemos y debemos hacer lo posible por aliviarlo, eliminarlo no está en nuestra manos porque no podemos eliminar el mal que está su origen. No es que haya, por tanto, que ser infelices en este mundo para ser felices en el otro, y solo hay que observar, por ejemplo, como hay personas a las que se les negaría hasta la dignidad de tal, por sus graves limitaciones, y sin embargo son felices, han tenido éxito en la vida, que no es lo mismo que tener una vida de éxitos, y por el contrario hay personas - y todos podemos encontrarnos en un momento dado entre ellas - que son capaces de crearse ellas solitas un calvario imaginario. Por otro lado, la grandeza de la humanidad, tanto del individuo como de la sociedad, está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre, y muchas veces ese sacrificio al que te refieres, cuando es entrega o se hace entrega por amor, termina siendo fuente de alegría. Duele, sí, pero de otro modo.